Esta teoría surge como una alternativa al psicoanálisis y
al conductismo, en su momento tuvo una gran repercusión y la denominaron la
"tercera fuerza” en psicología, es posible que al denominarla de tal
manera se les olvidara que existían otros modelos, otras corrientes dentro de
la psicología, otros enfoques muy diferentes al psicoanálisis y al conductismo,
como es la psicología cognitiva.
Han surgido diversas terapias psicológicas que centran la
intervención psicoterapéutica en los postulados humanistas y el tratamiento al
paciente se focaliza a partir de los postulados de cada enfoque humanista, esta
considera al ser humano como un ser global que debe ser considerado como un
todo en el que figuran y convergen:
Ø Sentimientos
Ø Pensamientos
Ø Conductas
Ø Acciones
las conductas del ser humano son intencionales y tienen
sentido desde la perspectiva material como desde la perspectiva personal de
dignidad y libertad.
Toda la existencia humana se desarrolla y transcurre en
un contexto interpersonal, este contexto interpersonal es necesario e
importante en el desarrollo individual, los hombres son seres o personas
autónomas, dentro de las relaciones existenciales de interpersonalidad tienen
la capacidad de tomar sus propias decisiones que dirigen su desarrollo.
Los representantes de la corriente existencialista dentro
de la psicología humanista son Bingswanger, May y Laing.
Maslow fue el que
inició la corriente o enfoque humanista dentro de la psicología. El concepto
fundamental en la psicología de A. Maslow es la autorrealización, en la que una
vez satisfechas las necesidades básicas
en el ser humano aparecen las meta - necesidades que están relacionadas
con la satisfacción psíquica, por lo tanto es la búsqueda del ser lo que
centrará la psicoterapia de la psicología humanista.
La psicología humanista de Rogers, es la más conocida y
la más influyente dentro de la psicología humanista. Es conocida como terapia
no directiva y centrada en el cliente y se fundamenta en dos conceptos básicos:
Ø El
primero es la confianza total en la persona, se trata de transmitir empatía con
el paciente y entender la experiencia del mismo y de su mundo, para poder
comprenderle.
Ø El
rechazo total al papel directivo del terapeuta.
CONCLUSIÓN
Esta teoría está basada más que nada en motivar a los
terapeutas o a las personas que están estudiando, fomentando y desarrollando el
sentido de la competencia, la autonomía, la autoestima y la autorrealización.
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