jueves, 18 de febrero de 2016

LA PSICOLOGÍA HUMANISTA




Esta teoría surge como una alternativa al psicoanálisis y al conductismo, en su momento tuvo una gran repercusión y la denominaron la "tercera fuerza” en psicología, es posible que al denominarla de tal manera se les olvidara que existían otros modelos, otras corrientes dentro de la psicología, otros enfoques muy diferentes al psicoanálisis y al conductismo, como es la psicología cognitiva.
Han surgido diversas terapias psicológicas que centran la intervención psicoterapéutica en los postulados humanistas y el tratamiento al paciente se focaliza a partir de los postulados de cada enfoque humanista, esta considera al ser humano como un ser global que debe ser considerado como un todo en el que figuran y convergen:
Ø Sentimientos
Ø Pensamientos
Ø Conductas
Ø Acciones
las conductas del ser humano son intencionales y tienen sentido desde la perspectiva material como desde la perspectiva personal de dignidad y libertad.
Toda la existencia humana se desarrolla y transcurre en un contexto interpersonal, este contexto interpersonal es necesario e importante en el desarrollo individual, los hombres son seres o personas autónomas, dentro de las relaciones existenciales de interpersonalidad tienen la capacidad de tomar sus propias decisiones que dirigen su desarrollo.
Los representantes de la corriente existencialista dentro de la psicología humanista son Bingswanger, May y Laing.
Maslow  fue el que inició la corriente o enfoque humanista dentro de la psicología. El concepto fundamental en la psicología de A. Maslow es la autorrealización, en la que una vez satisfechas las necesidades básicas  en el ser humano aparecen las meta - necesidades que están relacionadas con la satisfacción psíquica, por lo tanto es la búsqueda del ser lo que centrará la psicoterapia de la psicología humanista.
La psicología humanista de Rogers, es la más conocida y la más influyente dentro de la psicología humanista. Es conocida como terapia no directiva y centrada en el cliente y se fundamenta en dos conceptos básicos:
Ø El primero es la confianza total en la persona, se trata de transmitir empatía con el paciente y entender la experiencia del mismo y de su mundo, para poder comprenderle.  
Ø El rechazo total al papel directivo del terapeuta.

CONCLUSIÓN

Esta teoría está basada más que nada en motivar a los terapeutas o a las personas que están estudiando, fomentando y desarrollando el sentido de la competencia, la autonomía, la autoestima y la autorrealización.

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