Para Brusteim, el existencialismo es un romanticismo vuelto sobre
sí mismo que ha comenzado a corromperse. El romanticismo en contacto con los
poetas infernales que se estaban formando. Baudelaire, “Las flores del mal”,
“Los cantos del Mardorat” de Lautreamont. El rebelde existencial es un neorromántico
furioso contra la existencia avergonzado de su condición humana sublevado
contra sí mismo Kirkegaard es quien abre la primera brecha, se negaba a ser un
filósofo de una doctrina determinista. Para kirkegaard tanto la desesperación
como la angustia son necesarias en el hombre ya que son el camino para la fe y
la salvación. Kirkeggard se inclina hacia una filosofía que se preocupa por lo
subjetividad, que equivale a la realidad y a la verdad, la filosofía
existencial de heidegger, Karl Jaspers y el existencialismo de Sartre y Camus. El
existencialismo se vincula al expresionismo aunque la angustia existencial está
más relacionada con la desesperación como la entiende Kirkeggard en su Tratado
de la desesperación. El rebelde existencial es un neoromántico furioso contra
la existencia, avergonzado frente a su condición humana. La filosofía del
Tratado de la desesperación, la desesperación es demoníaca, expresa la amargura
de querer ser en oposición a las coacciones. Kirkergaard plantea que la
angustia surge en el individuo como consecuencia de su pecado pero la noción de
pecado es inmanente pues todo individuo se torna culpable por sí mismo. Kirkegaard
no busca el sentido de la existencia como los existencialistas sino aquello que
le da sentido. La existencia no espera él el ser, sino un modo en el ser que se
encierra en sí mismo. En el existencialismo kinkergaaliano el hombre no es por si
mismo, y su salvación esta en desconfiar, desesperarse por completo de si mismo
y entregarse en las manos de Dios hasta el absurdo. En el existencialismo de
Sartre, el ser humano debe hacer una elección y ser responsable de esa
elección. Por otro lado el nihilismo de Sartre niega la existencia de toda base
para el conocimiento. Según Esslin, Sartre no pertenece al teatro del absurdo
pero fue sin dudas una de las bases para su desarrollo junto con Albert Camus,
Antonin Artaud, Bertold Brecht y Luiggi Pirandello. Sartre se ocupa de tres
aspectos de la existencia humana, enajenación y soledad, libertad y
responsabilidad. Para él, cada hombre vive dentro de su propio mundo y
realmente nunca puede comunicarse con otros mundos pero su conciencia constituye
su libertad y esta libertad le permite elegir. Al hacer una elección, el hombre
existe y por tanto se crea así mismo. Sartre afirma que la verdad y la acción
que conlleva a la libertad de acción o libre albedrío dependen de la
subjetividad o de que la existencia precede a la esencia. Se trata de la
eliminación de Dios y de la definición de que el ser humano visto como el único
capaz de hacerse a si mismo por lo cual debe asumir su responsabilidad. El
existencialismo suele declarar que el hombre es angustia. En El ser y la nada,
Sartre señala que el ser humano es un proyecto que vive subjetivamente sobre la
base del encuentro con la angustia del contacto con el mundo, con la nada. En
esta obra Sartre plantea que la esencialidad de la existencia se adquiere con
la conciencia de la muerte. La propuesta que plantea Albert Camus en El mito de
Sísifo es que la solución ante la pérdida de sentido de la vida promueve al
suicido. Esta desvaloración es la que produce la situación del absurdo, en el
cual se privilegia el suicidio como una conclusión a los problemas del hombre
frente a la soledad o la alienación. En El mito de Sísifo, Albert Camus destaca
el vínculo entre lo absurdo y el suicidio. Señala que el origen de la
desesperación que aboca al ser humano hacia el suicidio no tiene que ver con la
sociedad sino con la pugna individual. Para él, la gente se suicida por
reflexión. El suicidio implica confesar que no se comprende el sentido de la vida
y que por lo tanto no se merece vivirla. El suicidio es una solución ante el
absurdo. Señala Camus que quienes se suicidan son aquellos que suelen estar
seguros del sentido de la vida. No obstante esta propuesta del suicidio de
Camus y su relación con el absurdo están vinculados a la filosofía existencial
que desarrolla Soren Kinkergaard sobre la base de una preocupación religiosa
por el espíritu y por el yo .
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